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lunes, abril 13, 2009

ARGENTINA. CORREOS DE LECTORES


Correo de Lectores
Carta abierta a Néstor Kirchner


Señor Presidente del PJ, Néstor Kirchner:



Me inspiró la idea de escribirle esta carta una señora, una vecina, una argentina, que hoy se me acercó y frente a los sucesos de los últimos días -y suponiendo que todos los que estamos en “la política” nos vemos frecuentemente- me dijo: “Por qué no le decís a Kirchner…”. Sé que ni ella ni yo podremos decirle personalmente lo que sentimos. Por eso le escribo esta carta. Para decirle lo que -estoy segura- pensamos la mayoría de los argentinos.

En diciembre de 2001, las imágenes del caos y la angustia de la incertidumbre me provocaron un enorme dolor y preocupación, como a millones de argentinos. Sentimos la terrible sensación de que estábamos corriendo el riesgo de perder más de lo que nunca habíamos perdido. Fue en ese momento que me dije -y dije- que iba a participar de algún modo, del que me fuera posible, en aportar soluciones a mi país. Y como soy hija de quien soy, como nací y crecí en un hogar en el que me alimentó la fe en un país con justicia y equidad, lo hago desde mi convicción peronista.

Pero no es hoy momento de discutir con usted su peronismo, su gobierno, el de su señora esposa, sus decisiones, sus convicciones. Eso no es para nada importante comparado con el tema que hoy me preocupa. Que nos preocupa a todos. Ni las elecciones, ni su candidatura, ni la mía, son trascendentes al lado de algo que a usted parece estar escapándosele: que las elecciones del 28 de junio no son otra cosa que eso: elecciones, posibilidad de expresarse, libertad de opinar, capacidad de decidir. ¿No es hermosa esa posibilidad que nos da la democracia? ¿Cómo puede convertirse algo tan sublime en una escalada de gestos y actos de confrontación con final desconocido? ¿Por qué hay que llamar a ese acto natural de la democracia con el escalofriante rótulo de “madre de todas las batallas”? ¿Qué batalla, Doctor Kirchner? ¿Contra quién o quiénes, Nestor?

Yo no quiero volver a escuchar hablar de batallas. Nadie quiere. Ni de guerra, ni de sangre, ni de muerte. Hoy por suerte los argentinos asimilamos a fuego el Nunca Mas de la muerte y el horror de los ‘70. También hace falta que asumamos otro Nunca Más. El Nunca Más menospreciar lo conquistado: vivir en una democracia, con reglas, con límites, donde se obtiene consenso si se hacen las cosas bien, y se lo pierde si se hacen las cosas mal, donde se acepta la voluntad popular…

Le confieso, Doctor Kirchner, que lo que usted cree son estrategias electorales, me asustan y asustan a los argentinos. Reconozco estar dando mis primeros pasos en la política, no creo saber tanto de ella como usted. Pero no imagino razonable la decisión de someter a la Argentina al desgobierno sólo porque las encuestas dicen algo malo. Eso es una posibilidad que debería prever. Perder una elección no es “algo tan malo”. Hacer que nuestros intendentes, nuestro gobernador, dejen de atender y resolver los problemas que tienen responsabilidad de resolver para sumarle los votos que hoy le faltan me parece que supera los límites de lo imaginable.

Y lo mas preocupante es que quizá -así y todo- no le alcance para revertir lo que hoy parece estar en el ánimo de nuestra gente. ¿Pensó seriamente Doctor Kirchner en la posibilidad de ser derrotado el 28 de Junio? ¿Pensó que nada grave debería ocurrir el lunes 29? Que nada ni nadie -y usted menos que nadie- deberían hacer ninguna otra cosa que aceptar el veredicto de la gente. Acompañando a este gobierno lo que le reste de mandato, ayudando con la crítica bienintencionada a corregir rumbos y apoyando cada acierto en beneficio de los argentinos. Nunca Más apostar al caos, al desorden, al “si yo no soy, que venga el diluvio”, al “si yo me voy a debilitar, que se debiliten todos conmigo”… Por favor Doctor Kirchner, entienda a este Nunca Más tan importante como el otro.

Eso es seguramente lo que quería decirle esta señora. Que estamos ansiosos por ver a gobernantes respetuosos de la opinión ajena, que no queremos correr riesgos innecesarios, que por sobre todas las cosas -y una elección es poca cosa frente a ello- tenemos que defender y respetar a las instituciones, tenemos –usted, yo, todos- que trabajar para devolverle la alegría y la esperanza a nuestra gente, tenemos que alejarnos cada vez más de esas imágenes que alguna vez a mí me hicieron tener deseos de participar para ayudar a no tener que verlas Nunca Más.

Respetuosamente,

Claudia Rucci

http://www.claudiarucci2009.blogspot.com/



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