A primera hora de la mañana del domingo, un terremoto de 6,1 grados en la escala de Richter, réplica del de 8,8 grados sucedido el sábado, afectó de lleno a la región al sur de Santiago de Chile, según los datos recogidos por el Servicio Geológico de Estados Unidos. El seísmo, con epicentro a 190 kilómetros al sur-suroeste de Santiago, ha causado el balanceo de edificios en la capital y también ha podido sentirse en Valparaíso y sobre todo en Talca, donde muchos edificios que habían logrado superar el fuerte temblor del sábado, acabaron por derrumbarse.
Se apagan los gritos
Equipos de rescate siguen trabajando contrarreloj en busca de supervivientes bajo los escombros de un edificio de nueva construcción en Concepción. La casa de 14 plantas se vino abajo durante el terremoto del sábado. Se cree que el edifició sólo estaba ocupado en algo más del 50% y que bajo sus restos podría haber unas cien personas. Los bomberos han logrado sacar a 22 hombres y mujeres con vida, y también varios cadáveres. Sin embargo, a medida que pasan las horas, y según informan las emisoras de radio de la zona, "los gritos se van apagando".
En Concepción, la segunda ciudad del país y una de las más afectadas, el pillaje ha llegado a varios supermercados y farmacias. Unas 300 personas han aprovechado, a primeras horas del domingo, el caos que reina en la ciudad, para aprovisionarse de forma violenta. Para la alcaldesa, Jacqueline van Rysselberghe, "la situación se está saliendo de control". La ciudad ha sufrido además doce incendios a consecuencia del seísmo. Los bomberos sólo atendieron algunos de ellos para dedicarse a lo más importante en estos momentos, salvar vidas.
Ya no suenan las sirenas
Las regiones más devastadas son las del Maule, donde se situó el epicentro del sismo, a 300 kilómetros de Santiago y del Bío Bío, a 500 kilómetros de la capital. Entre las víctimas figuran cinco habitantes del archipiélago de Juan Fernández, a unos 600 kilómetros de la costa chilena, donde además se reportaron once desaparecidos cuando una enorme ola penetró en el principal poblado de ese territorio insular. La alarma de tsunami finalmente se suspendió en todo el Pacífico tras las tensas horas vividas el sábado en Hawai y en la madrugada del domingo en Japón.
En cuanto a los españoles residentes o turistas en Chile, todos los desaparecidos -como los estudiantes andaluces de los que se hizo eco El Semanal Digital- han resultado ilesos.
No envíen todavía su ayuda
Y aunque las comparaciones son odiosas, todos coinciden en que Chile estaba preparado para un terremoto, Haití no. Aunque la tierra sólo ha temblado así de fuerte en cinco ocasiones, las casas y oficinas e los chilenos están diseñadas para soportar los temblores. Sus esqueletos de acero oscilan con las ondas sísmicas. Por eso, en Chile se ven edificios dañados, pero no totalmente derruidos como en Haití. Aún así, este terremoto ha causado graves daños en las infraestructuras del país, y se tardará mucho en volver a la normalidad. "Los chilenos ven cada cierto tiempo como el país que construyen con esmero se viene abajo por la fuerza de la naturaleza", escribía el chileno John Müller en El Mundo.
La todavía presidenta Michelle Bachelet -el cambio de poder se realizará el próximo 11 de marzo- ha visitado las zonas más afectadas y ha sobrevolado las ciudades devastadas. En sus mensajes a la población ha pedido calma y ha apelado al "espíritu de superación de la adversidad de los chilenos". La UE ya ha concedido tres millones de euros, aunque el Gobierno chileno ha pedido que todavía no se envíe ayuda para que ésta se encauce bien desde el primer momento. El aeropuerto de Santiago de Chile se encuentra muy afectado y no pueden ni aterrizar ni despegar vuelos comerciales. La red de carreteras también se encuentra en muy mal estado. Bachelet ha agradecido la llamada de Don Juan Carlos y del presidente José Luis Rodríguez Zapatero y su ofrecimiento de ayuda, al igual que la de sus colegas iberoamericanos como Cristina Kirchner, Hugo Chávez e incluso Alan García, el presidente cuyo país, Perú, mantiene un litigio con Chile.
MEGATERREMOTO EN EL PACÍFICO
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| Luto en Chile, pánico en Hawai por el tsunami y máxima alerta en Japón |
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| Luto en Chile, pánico en Hawai por el tsunami y máxima alerta en Japón |
A las 3.34 de la madrugada del sábado (7.34 hora peninsular española) un fuerte seísmo de 8,8 grados sacudió la región centro-sur de Chile. El terremoto ha provocado oficialmente la muerte de más de 300 personas y graves daños materiales, según el balance oficial proporcionado por el ministro del Interior chileno, Edmundo Pérez Yoma.
Tras el terremoto se perdió el suministro de energía eléctrica en gran parte del país, por lo que las calles quedaron a oscuras. La población salió confundida de sus viviendas como resultado de la alarma que provocó el sismo. A última hora de la tarde, hora chilena, se comenzó a restablecer el servicio eléctrico en algunas zonas, así como el servicio telefónico, interrumpido completamente tras el terremoto.
"Es de verdad bastante dantesco, acá el movimiento fue realmente fuerte", explicó Jacqueline van Rysselberghe, alcaldesa de Concepción, la segunda ciudad del país y una de las más afectadas por el terremoto. "Los puentes que nos conectan y que atraviesan el río Biobío han sufrido fallos estructurales. Hay dos que se cayeron, uno completamente", declaró al diario La Tercera. "No sabemos cuantos fallecidos hay. Creo que son más de los que se ha dicho", indicó. "Estamos sin agua y sin luz", continuó. Además, expresó que ya se ha registrado algunos saqueos a supermercados y a estaciones de servicio.
La arteria principal, muy afectada
El terremoto ha provocado importantes daños en los edificios y las carreteras de gran parte del centro del país e incluso el Aeropuerto Internacional Comodoro Arturo Merino Benítez de Santiago de Chile ha interrumpido su actividad de salidas y llegadas debido a los daños sufridos por la terminal. Más de 400 personas se encuentran en el aeropuerto. Los aviones con destino a Santiago han sido desviados a otros aeropuertos chilenos o argentinos. Una de las personas afectadas ha sido la ministra de Cultura, Ángeles González Sinde, que tuvo que aterrizar en Buenos Aires, como informó El Semanal Digital.
Debido a los daños en la estructura del aeropuerto de Santiago éste no podrá funcionar al menos en 24 horas. Aunque las pistas, torre de control luces y servicios de emergencia funcionan, se han derrumbado algunas pasarelas peatonales y hay desperfectos en la estructura de cristal, por lo que es necesario despejar los accesos.
También las carreteras del país se encuentran gravemente afectadas por el seísmo, incluida la Ruta 5, arteria principal que comunica de norte a sur todo el país. El tráfico está interrumpido en varios puntos, aunque se han diseñado desvíos provisionales, y el servicio se encuentra interrumpido también en el metro de Santiago y en el de Valparaíso.
El sonido de las alarmas de tsunami
Otra de las preocupaciones durante el sábado y madrugada del domingo fue el riesgo de tsunami generado por el fuerte seísmo, por lo que comenzaron a activarse las alarmas en las islas del Pacífico y muchas costas americanas y asiáticas. Tres horas después del terremoto, las aguas anegaron parte de la costa del archipiélago Juan Fernández, a unos 674 kilómetros al oeste de la costa chilena continental causando la muerte de varias personas, desapariciones y graves daños materiales. El nivel del mar subió e inundó sectores de la isla Robinson Crusoe, la más grande del archipiélago y la única poblada, en especial el pueblo Juan Bautista. Las olas de tres metros de altura penetraron hasta 20 metros en la isla. También en la Isla de Pascua, a 3.500 al oeste del Chile continental, se emitió una alerta por posible tsunami.
Pero uno de los puntos geográficos en los que más se temió la llegada del tsunami fue el archipiélago estadounidense de Hawai. Durante horas, y en riguroso directo, la cadena CNN narró exhaustivamente la evacuación de miles de habitantes y turistas de la zona costera y la llegada de las primeras olas. Finalmente, el maremoto sólo llegó a algunas zonas del paradisiaco archipiélago estadounidense tangencialmente, con olas de un metro de altitud mayor de lo normal sin causar, afortunadamente, daños. De madrugada, hora española, se retiró la alerta.
Sin embargo, este domingo sigue en pie la máxima alerta de tsunami de los últimos 17 años en Japón y que afectaba a tres provincias del norte -Aomori, Iwate y Miyagi-, mientras que en la costa del Pacífico japonés es naranja. Unas 35.000 habitantes de las zonas costeras fueron evacuadas a la espera de lo que pueda ocurrir. El puerto de la prefectura de Hokkaido comenzó ya a sufrir daños materiales de consideración con la llegada al norte de Japón de las primeras olas de envergadura del tsunami de unos tres metros de altitud.
Reacción internacional
Por el momento, las autoridades chilenas están centradas en las tareas de evaluación de los daños, por lo que todavía no han realizado ninguna petición a la comunidad internacional. El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, indicó que este organismo ha recibido ya oferta de algunos países miembros de enviar equipos de rescate pero aún no ha habido una petición formal por parte del Gobierno chileno. También el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, aseguró que está siguiendo de cerca las informaciones relativas al terremoto, incluido el riesgo de tsunami en toda la zona del Pacífico.
Desde la UE, la comisaria europea de Cooperación Internacional, Ayuda Humanitaria y Respuesta a Crisis, Kristalina Georgieva, manifestó su disposición a prestar "ayuda inmediata" a las víctimas del seísmo. Estos esfuerzos serán coordinados por la Alta Representante para la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Katherine Ashton. Todos los actores europeos relevantes están trabajando conjuntamente para observar y evaluar la situación y seguiré coordinando estas actividades", explica Ashton en un comunicado.
Dentro del continente americano, diversos dirigentes, desde el estadounidense Barack Obama al venezolano Hugo Chávez, han ofrecido su ayuda a Chile para paliar los efectos del terremoto. También desde Perú, país que mantiene un contencioso territorial con Chile, el presidente Alan García aseguró que su país está "al servicio" de Chile.
Bachelet: 708 muertos en Chile, militares salen a cuidar calles
La presidenta dijo que decretó el "estado de excepción de catástrofe" para las regiones de Maule y Concepción, con lo cual los militares saldrán a colaborar con la policía en la conservación del orden público.
En la provincia de Concepción, equipos de rescate realizaban tareas de búsqueda de sobrevivientes en edificios desplomados mientras otros grupos vandalizaban tiendas y la policía se esforzaba en contenerlos.
Las contrastantes escenas eran protagonizadas por gente desesperada que intentaba conseguir comida o rescatar sobrevivientes, pero en ambos casos sus esfuerzos quedaban frustrados por nubes de gas lacrimógeno.
De varias poblaciones arrasadas por el terremoto de magnitud 8,8 del sábado, que desgajó casas, edificios, puentes y caminos, los periodistas reportaban saqueos a tiendas, farmacias, supermercados y hasta bancos.
En el centro de Concepción, la ciudad grande y con mayor proporción de daños, y en la vecina San Pedro, la población se volcó al pillaje.
La alcaldesa Jacqueline van Rysselberghe dijo que "hasta ahora no se ha recibido ninguna ayuda" alimenticia para los damnificados, lo cual ha desatado la caótica reacción en Concepción, ciudad a 115 kilómetros del sismo y 500 al sur de la capital.
Bachelet designó al general Guillermo Ramírez como responsable del orden público en esa provincia y dijo que acordó con los dueños de cadenas de supermercados la entrega gratuita y ordenada de los abarrotes de primera necesidad almacenados en sus tiendas.
Los saqueadores, después de atacar el supermercado Líder en la mañana en sus cuatro pisos, atacaron dos farmacias de la cadena robando todo lo que hallaron a su paso.
Uno de los policías antimotines que rechazó identificarse dijo a una reportera de AP que "no podemos hacer mucho, estamos sobrepasados".
En Concepción también se vio gente utilizando mangueras para sacar gasolina de los tanques subterráneos de estaciones de servicio. Las turbas deambulaban por el centro y atacaban en bandadas. La policía permitía a algunas mujeres entrar a ciertos negocios con la condición de que tomaran solo comida y tratando de mantener la situación en orden, se constató.
En San Pedro, temprano se abalanzaron sobre un centro comercial. Una tienda de vídeos fue incendiada, dos cajeros automáticos fueron partidos, un banco robado y un supermercado saqueado, en cuyo piso quedaron ciruelas aplastadas, comida de perro regada y botellas rotas de licor.
El sargento de policía René Gutiérrez vigilaba con otros efectivos el ahora vacío negocio. "Fue una muchedumbre. Sacaron todo. Ahora estamos acá solamente para proteger el edificio, lo que queda del edificio", manifestó.
La policía intentaba proteger el supermercado Líder frente al edificio Alto Río lanzando gas lacrimógeno y chorros de agua a presión, pero eso molestaba a los especialistas que limpiaban escombros con sierras y martillos hidráulicos, tratando de hallar sobrevivientes en la estructura desplomada de 15 pisos.
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