El gallego que se suicidó en Canarias mató antes a su hijo en su casa de tres puñaladas
La autopsia confirma que el menor de 10 años no falleció en el accidente provocado por su padre para quitarse la vida
El menor de 10 años que fue presuntamente asesinado por su padre gallego la madrugada del lunes en Los Llanos (Vecindario, Las Palmas) intentó defenderse con sus brazos de las puñaladas que este le propinó. Esa es una de las conclusiones que arroja la autopsia que le fue realizada durante la mañana de ayer al cuerpo quemado del niño, que no murió en el incendio del vehículo en el que su padre también se quitó la vida, sino tras la agresión con arma blanca.
Los detalles de la muerte de Daniel B.A. son estremecedores y muestran de manera determinante que su asesinato y el posterior suicidio de su padre, Francisco Javier Blanco Ces, de 51 años de edad, no fueron fruto de un arranque de celos momentáneo por la separación de su exmujer, Isabel Abelleira Gonzalez, natural de Outes-Noia, sino de un plan cuyos pasos estaban perfectamente establecidos.
La autopsia no ha dejado ninguna duda al respecto. Daniel falleció a consecuencia de tres puñaladas asestadas directamente en su corazón.Intentó defenderse al ver a su padre sobre él con un cuchillo de cocina en sus manos, pero nada pudo hacer a sus diez años para detener a su progenitor. Los cortes en sus brazos –llamados "marcas de defensa" en la terminología forense– atestiguan que luchó por su vida.
El pequeño Daniel murió en el acto y no sufrió el calor de las llamas ni una muerte lenta por ahogamiento en el interior del vehículo en llamas que FranciscoJavier estamparía a las seis de la mañana en una rotonda de la calle Masca, en el barrio de Los Llanos.
Tras acabar con la vida de su hijo, en el ático en el que tenía su residencia en el número 26 de la calle Murillo (Vecindario) –algo que queda reforzado por el hallazgo de muestras de sangre dentro y fuera del domicilio–, Francisco Javier cogió su coche, unNissan Primera, llenó el depósito de gasolina y se dirigió a la casa de su exmujer, también gallega.
Cuando llegó allí intentó hablar con ella, aporreó la puerta del domicilio y acabo gritándole que se asomase a la ventana para que viese lo que iba a hacer. Incendió su coche con el cadáver de su hijo dentro y se estrelló contra una rotonda que hay enfrente de la casa, donde ella pudo ver el suceso a la perfección.
La autopsia del cuerpo de Francisco Javier revela que pudo morir a causa de la inhalación de los gases que se produjeron en el incendio del coche, dadas las altas concentraciones de partículas tóxicas halladas en sus pulmones, aunque no se sabrá con certeza hasta que culminen varios análisis que se están realizando, precisaron fuentes de la investigación.
En el interior del vehículo, además, los agentes encontraron un cuchillo de cocina, la presunta arma con la que habría apuñalado al menor.
Consternación
En los términos de Noia y Ourtes de donde eran naturales padre y madre del menor, residentes en Canarias hacía 20 años, reinaba ayer la costernación. El abuelo materno, en declaraciones a la TVG, subrayó que el supuesto criminal "se emborrachaba y pegaba a mi hija [Isabel Abelleira], razón por la cual se separaron", al tiempo que añadió que "gracias a que se habían separado y ella se quedó arriba [del domicilio], ella ahora no está también de cuerpo presente como padre e hijo".
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